
Ya hace meses que salió al mercado, pero hasta la semana pasada no había visto por la calle la berlina de gama alta de
Citroën, el
C6. Y obviando sus características técnicas, que deben ser buenas (no digo lo contrario), confirmar lo que ya se sugería en fotos: es
francamente feo. A decir verdad, Citroën siempre se ha caracterizado por tener unos modelos que no destacaban tanto por su línea como por sus prestaciones, generalmente buenas teniendo un precio bajo. Y digo yo que, gastándote cincuenta mil euros en un coche querrás que sea medianamente bello, ¿verdad? Pues no sé yo si estarán muy bien pagados los estilistas de la marca francesa. Y no es la primera vez.

El C6 viene a cubrir un hueco por tiempo vacío, que estaba rellenado hace años por otro prodigio de la fealdad automovilística, el
XM (enlace en francés), longevo modelo, pues fue fabricado durante 12 años y que sin duda era el coche menos agraciado de su época. Nuevamente, un pedazo de barco sin ni un solo detalle bonito a lo largo de sus casi 5 metros de largo: desde su morro amorfo, pasando por las horribles ventanas traseras y rematándolo en el maletero. Al menos, podría haber sido una leyenda, como su predecesor, pero nada...
Porque, ¿qué coche precedió en esta saga al inefable XM? Pues un autén

tico mito del parque automovilístico europeo: el
Citroën CX. Confieso que, investigando para la redacción de esta anotación, me he sorprendido del
grado de éxito e impacto en la memoria de los amantes del automóvil que produjo este modelo: hasta
club de fans tiene en España. No en vano el modelo estuvo
17 años (!?!) en el mercado, vendiendo tres veces más unidades que su sucesor. Sin embargo, este coche, que compartió época con mi más tierna infancia, era el resposable de mis pesadillas automovilísticas: me parecía el primo feo del
GS, el coche de mi familia por aquella época y, por tanto, mi auténtico héroe. Viéndolo ahora con perspectiva, pienso que... es ¡feo, feo feo!
¿Por qué no puede Citroën hacer coches grandes y bonitos? ¿Es tan difícil, acaso? ¿No pueden copiar de su hermano
Peugeot, un auténtico vanguardista en diseño?
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