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> 1 de marzo de 2009

Elecciones 2009: para tener una mala copia, prefiero el original

Alberto Núñez Feijóo será el próximo presidente de la Xunta de Galicia. Un diputado arrebatado al BNG (por A Coruña) y al PSdeG (por Pontevedra) resultaron más que suficientes para que el Partido Popular recupere el poder tan sólo cuatro años después de haberlo perdido. Pero los datos van más allá: mientras que los populares mantienen sus votos, socialistas y nacionalistas bajan significativamente los suyos. De hecho, a diferencia de hace cuatro años, la suma de PSdeG y BNG ni siquiera logra igualar los votos del PPdeG. Y todo ello en un escenario en el que la participación sube hasta un histórico 70,45%.

¿Explicaciones del cambio electoral? A posteriori, que siempre es más fácil, podemos apuntar algunas que se van escuchando:
  • La convocatoria electoral ha llegado en el previsible apogeo de la crisis, y razonablemente ha de castigar a los partidos gobernantes. Un punto en contra de Touriño: para sus propios intereses electorales, quizá debió hacer caso a la dirección federal de su partido que le aconsejaba haber adelantado las elecciones al otoño pasado.
  • La acción de gobierno del bipartito no ha resultado sustancialmente diferente de la anterior de la etapa de Fraga. Esto habrá desilusionado a aquellos que confiaron en los partidos de izquierda hace cuatro años y que esta vez han optado por castigar a socialistas o nacionalistas quedándose en casa, votando a otras alternativas e, incluso, al Partido Popular. Otro punto en el debe de Touriño y Quintana.
  • Lejos de acusar el efecto Fraga de defección de incondicionales de Don Manuel, ahora que ya no es el cabeza de cartel, el candidato Feijóo ha podido captar nuevos votos gracias a una imagen renovada, urbana y moderna del centro-derecha gallego. Punto a favor del presidente popular.
¿Y ahora qué? Habrá que ver si el próximo presidente imprime una línea integradora en su gobierno o si, por el contrario, ahora totalmente indiscutible entre sus filas, aprovecha y completa la limpieza pendiente en su partido (Baltar y compañía). Por la parte que respecta a los vigueses, estará por ver si Corina Porro da el salto a una Consellería (y de qué peso) previo a su nuevo asalto a la alcaldía de Vigo en 2011 o si, por el contrario, decide quedarse a dar la guerra en Vigo.

Por la parte de la nueva oposición, se puede dar al presidente saliente por finiquitado (¿quién será el próximo líder de los socialistas y cómo será elegido? ¿O tratará Touriño de aferrarse desesperadamente a la poltrona?). En cuanto a Quintana, su hasta ahora incuestionable liderazgo dentro del BNG será puesto en solfa, ¿resistirá el embate? ¿Abandonará?

Sin duda, será una legislatura entretenida...




Por otra parte, a tenor del resultado final, se puede decir que las encuestas (sobre todo, las más optimistas hacia el PPdeG) captaron la tendencia ascendente de los populares, aunque ninguna logró plasmar la rotundidad del resultado final. Se puede confirmar que las encuestas solo sirven para mostrar una foto instantánea y que adivinar el sentido de las variaciones es lo que resulta decisivo a la hora de interpretarlas.

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