He elegido un mal día para... dejar de quejarme de lo mal preparados que entran (y que salen) nuestros alumnos

No es exactamente una adicción pero es que estoy hasta las narices...
Hay gente buena, hay gente que se esfuerza y yo siempre he sido de la opinión de que en tantos por ciento la gaussiana se cumple siempre: 10% fuera de serie, 10% burros redomados y 80% gente normal que esforzándose más o menos llega a buen puerto. El problema es cuando acostumbrados a que te entre gente de parte del 50% para arriba de la gaussiana, de repente te entra gente del 80% para arriba.

En parte, porque la profesión se ha devaluado. Cualquiera les vale a las empresas para tirar líneas de código, y ya no tiene estatus social ser ingeniero teleco o informático. Creen que somos piezas intercambiables dejando de lado cosas como la creatividad, la pasión, la inteligencia y la libertad a la hora de programar... Somos parte, y cada vez lo veo más, del mercado de la carne (carne de cañón susceptible de ser intercambiada por cualquier mequetrefe que no tiene ni idea de hacer un buen algoritmo...) y la industria cada vez se basa más en hacer los programas según una metodología, pensando los altos directivos que, dado un diagrama UML, cualquiera puede implementarlo. Cuando es mentira. Dada una especificación en UML o un algoritmo y un lenguaje de programación, la forma de implementar de cada uno puede modificar mucho las prestaciones del programa... Desprecian al programador y las expectativas laborales van hacia en unos años ser analista de sistemas, CEO o cosas así.

Además de todo esto, es decir, la baja calidad de entrada de nuestros estudiantes (en media no es lo mismo, y lo siento mucho, una persona de 5 en bachillerato que un tío de 6, 7 o de 8). Se une la baja calidad del sistema educativo previo. No les enseñan a pensar, a analizar, a sintetizar...

El latín, la filosofía, la literatura, el análisis de textos eran necesarios ¿no lo ven los responsables en educación? Y no sólo para carreras de letras, sino para la vida misma. Si no les enseñas a pensar por sí mismos antes, si no les muestras el camino hacia la libertad de opinión, cuando sus mentes y sus cerebros no están totalmente formados, ya no podrás hacerlo después. Mis estudiantes no tienen capacidad de abstracción, ni de análisis ni de síntesis y ya es difícil que la adquieran... y no es culpa suya.

Hago mías las palabras de Reverte:

Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros –aquí matizaré ministros y ministras– de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No quiero que acabe el mes sin mentaros –el tuteo es deliberado– a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas.

Y ya no menciono Bolonia... que miedo me da (el próximo año imparto una asignatura boloñesa, de las de dibújame una patata y una manzana y haz el comentario subsiguiente con tu compañero... a ver cómo se da...)

De qué mala ostia me pongo a veces... y qué tristeza me entra después.