Confianza ciega

¿Cuál era el premio de este concurso? Eso es lo mejor de todo: ninguno. Puro experimento. Los concursantes pasaban dos semanas con vacaciones pagadas, alegrándose los ojos con unos cuerpazos de escándalo, y a cambio sufriendo los vídeos apañados (o no tanto) que les presentaba Francine Gálvez, que con pura maestría les introducía la duda en el cuerpo. Todo esto desgranado en entregas semanales, en las que los televidentes no podían nominar, ni expulsar ni nada parecido.
Llegado a este punto uno se pregunta qué atractivo tenía para los televidentes un show de estas características en diferido y sin poder interactuar. ¡Jo tía, que no te enteras! Pues sí, lo habéis adivinado: los concursantes eran las estrellas. Mejor dicho, las concursantes. En concreto, la jotía Carolina y la precoz Nube, de nombre tan chachi. Ellas lo acaparaban todo, tanto que arrinconaron a la tercera concursante (que, en realidad, fueron dos). Era un verdadero espectáculo escucharlas hablar: de sus novios, de los chicos de la casa, de sus cositas ("Jo tía, encerradas aquí dos semanas y sin secador"), simplemente hablar en sí, tan osea ellas, tan amigüitas ("Ya no tengo novio (...) ya no tenemos novio"). En fin, puro descojone.
Sé que, queridos lectores de Fantastic Four, estáis de acuerdo conmigo y comprendéis tan poco como yo que Antena 3 no realizara ediciones posteriores de este magnífico formato. Quizá, algún día...
1 Comentarios:
En fecha 15/3/06 09:40,
Unknown comentó…
Venga que hagan otro concurso de esos yo me apunto con cualquier tia y después decimos que nos queremos mucho (cosa falsa) y a follar como cabrones cada uno por su cuenta
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